El Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata ha sido inaugurado el 25 de marzo de 2011 en un singular enclave, La Casa de Doña Josefina, edificio modernista de principios del s.XX.
El Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata pretende explicar a los visitantes los modos de vida en otra épocas a través de los trajes, adornos y joyas de otros tiempos, en especial de los últimos tres siglos.
El objetivo de la institución es "contar la historia" en siete salas que se corresponden con la edad de las personas o con el tipo de piezas que se muestran.
La sala infantil (sala I) nos muestra el cuidado y protección ofrecido a recién nacido a través de amuletos y ropas muy coloristas entremezclados constantemente. La mortalidad durante las primeras semanas de vida hace necesario un cuidado especial.
La sala de mocedad (sala II) presenta la ropa y joyería usada por la juventud para resaltar la belleza y destacar en las romerías y fiestas populares.
Los adultos (sala III) utilizan trajes más barrocos recargados de adornos-abalorios, picados o sobrepuestos, sedas y bordados. Una vez confeccionados los mejores trajes para la boda y la tornaboda se lucen también en las grandes fiestas.
Las salas de joyería (salas IV a VII) suponen un recorrido por las distintas tipologías y variantes de joyas tradicionales leonesas y de la Vía de la Plata.
Nos encontramos ante la colección de medallones o patenas usadas en indumentaria más completa de las existentes aunque no la podamos exponer más que parcialmente. El coral extraído del mediterráneo hasta el siglo XIX, el azabache asturiano, además de la plata, son los materiales más valiosos para nuestros antepasados entre todas las alhajas usadas en la forma tradicional de vestir y mostrarse a los demás.
Los mejores collares se integran en la ropa festiva. La collarada se forma a partir de las donas o regalos del novio y la herencia familiar, tal como veremos representado en la última sala dedicada a la joyería.
El Museo de las Alhajas en la Vía de la Plata pretende explicar a los visitantes los modos de vida en otra épocas a través de los trajes, adornos y joyas de otros tiempos, en especial de los últimos tres siglos.
El objetivo de la institución es "contar la historia" en siete salas que se corresponden con la edad de las personas o con el tipo de piezas que se muestran.
La sala infantil (sala I) nos muestra el cuidado y protección ofrecido a recién nacido a través de amuletos y ropas muy coloristas entremezclados constantemente. La mortalidad durante las primeras semanas de vida hace necesario un cuidado especial.
La sala de mocedad (sala II) presenta la ropa y joyería usada por la juventud para resaltar la belleza y destacar en las romerías y fiestas populares.
Los adultos (sala III) utilizan trajes más barrocos recargados de adornos-abalorios, picados o sobrepuestos, sedas y bordados. Una vez confeccionados los mejores trajes para la boda y la tornaboda se lucen también en las grandes fiestas.
Las salas de joyería (salas IV a VII) suponen un recorrido por las distintas tipologías y variantes de joyas tradicionales leonesas y de la Vía de la Plata.
Nos encontramos ante la colección de medallones o patenas usadas en indumentaria más completa de las existentes aunque no la podamos exponer más que parcialmente. El coral extraído del mediterráneo hasta el siglo XIX, el azabache asturiano, además de la plata, son los materiales más valiosos para nuestros antepasados entre todas las alhajas usadas en la forma tradicional de vestir y mostrarse a los demás.
Los mejores collares se integran en la ropa festiva. La collarada se forma a partir de las donas o regalos del novio y la herencia familiar, tal como veremos representado en la última sala dedicada a la joyería.
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